El pin offset es el más sencillo de producir. La impresión se realiza mediante un sistema de mezcla de colores, en el que, como en cualquier impresora de tinta o láser, los colores se componen a partir de los cuatro tonos básicos: cian, magenta, amarillo y negro.
Al mezclar los colores, puede representar su diseño de forma realista en el pin; desde degradados de color hasta fotografías, todo es posible.
Para proteger su diseño, el pin se recubre posteriormente con una capa de resina epoxi.